Con la REVOLUCIÓN FRANCESA del año 1789, entra en crisis la monarquía
absoluta como modo de gobierno, dando lugar a nuevas formas que consultan la
participación del pueblo.
El proceso iniciado de con
la Revolución culminará en el siglo XIX con el establecimiento de monarquías
constitucionales o repúblicas de Europa.
La iglesia percibida
como defensora del poder real y opuesto a las nuevas ideas de la ilustración
sufrirá persecución.
Los principios
políticos y sociales que inspiraba la Revolución Francesa y que se expandirán
por Europa y el mundo eran:
- La soberanía popular con gobernantes elegidos por sufragio universal.
- Un régimen de libertades que supone separación de la iglesia y el estado.
- Libertad de conciencia, religiosa y de asociación.
- Libertad de prensa, de reivindicación de los derechos del hombre.
- Exclusión de la religión como principio estructurante de una nueva sociedad, el principio que permite fundamentar el nuevo orden político y social, será el individuo humano y sus derechos naturales accesibles a la razón y que todos pueden reconocer.
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